La prensa argentina y la dictadura militar

Voces y silencios: la prensa argentina durante la dictadura militar 1976-1983 (Eudeba, 2011), texto colectivo coordinado por Marcelo Borrelli y Jorge Saborido, propicia un ejercicio de pensamiento histórico que reflexione sobre la labor de la prensa revisando la complejidad de la época con sus ambigüedades y matices.

El objetivo principal de esta obra colectiva es analizar las condiciones de funcionamiento de la gran prensa diaria argentina durante la última dictadura cívico-militar que gobernó ese país (1976-1983), sus principales posiciones editoriales frente a acontecimientos relevantes del periodo y cuáles fueron las políticas más importantes de parte del régimen militar hacia los medios de prensa. El trabajo pone un énfasis especial en el rol que adquirió la prensa diaria en el marco del sistema represivo clandestino conocido como terrorismo de Estado y de las intenciones de refundación social de los militares en el poder. En tal sentido, subraya que la prensa tuvo una función mayoritariamente legitimadora de la dictadura.

Esta investigación es un trabajo multidisciplinar, no solamente por la formación académica de los autores, sino también por el lugar desde donde se analizan la trayectoria ideológica de los medios, las dinámicas de apoyo y distanciamientos que fue generando la propia dictadura con sus prácticas o las cambiantes circunstancias que atravesó el país durante los casi ocho años de dictadura.

El libro se divide en dos apartados: el primero referido a los diarios, que cuenta con cinco trabajos; y otro referido a las revistas, formado por seis capítulos que, a su vez, está subdividido en «la prensa católica» y la «prensa política» para que el lector encuentre fácilmente los capítulos de su interés y porque las lógicas de producción, de circulación y de lecturas para diarios y revistas, si bien son similares como parte del ámbito de la prensa escrita, se diferencian en relación con las características particulares de cada espacio periodístico (público, destinatario, repercusión de la opinión pública, estructuras informativas, entre otras).

Antecedentes

Entre los antecedentes de Voces y silencios, en primer lugar debe mencionarse Decíamos ayer. La prensa argentina bajo el Proceso (Buenos Aires, 1998) el trabajo de Eduardo Blaustein y M. Zubieta, quienes realizan una vasta recopilación de tapas y notas publicadas por la prensa en los años dictatoriales, así como los relatos de periodistas en base a su historia personal y profesional.

En esta misma línea se ubica Paren las rotativas. Diarios, revistas y periodistas (2005) de Carlos Ulanovsky, que dedica una parte de su trabajo sobre la prensa argentina para dar cuenta de diferentes publicaciones escritas durante el régimen cívico-militar.

También, Relaciones peligrosas: los medios y la dictadura entre el control, la censura y los negocios de G. Postolski y S. Marino en G. Mastrini (ed.), Mucho ruido, pocas leyes. Economía y políticas de comunicación en la Argentina (1920-2004) (Buenos Aires, 2005) donde plantean un análisis general de los medios de comunicación durante la dictadura,

Los diarios

En el primer capítulo, Marcelo Borrelli analiza la posición editorial del diario Clarín frente a un emprendimiento clave para la conformación de esa empresa periodística; es decir, su asociación con el Estado nacional en la papelera Papel Prensa S.A. junto con los diarios La Nación y La Razón en 1977.

Para dar cuenta de su posicionamiento editorial se revisa la historia del proyecto, que data de la dictadura de la Revolución Argentina (1966-1973) hasta la inauguración de la planta productora de papel en septiembre de 1978. La entrada de ese negocio fue impulsada por un sector de la dictadura que encabezaba Videla y generó grandes diferencias entre los diarios nacionales.

En un segundo momento, Marcelo Borrelli y Jorge Saborido, presentan la historia y el pensamiento editorial del diario Convicción, un medio cuya particularidad fue la vinculación con el entonces almirante Emilio Eduardo Massera y con la Marina argentina.

El periódico se lanzó al público masivo en agosto de 1978 (antes había tenido un formato de boletín informativo militar) en tanto plataforma periodística para el lanzamiento del proyecto político con Massera. Pese a su íntima relación con ese sector, el diario también tuvo aspiraciones vinculadas con la práctica profesional, ya que contó con destacados periodistas en su redacción. La historia de este medio de prensa, sus posiciones editoriales y su adscripción ideológica revelan los grandes conflictos internos entre las Fuerzas Armadas por el poder y las complejas tramas cívico-militares que atravesó el proceso.

De gran valor teórico y empírico es el estudio comparado que realizan los investigadores César Luis Díaz, Mario Jorge Giménez y María Marta Passaro de los diarios La Prensa, La Nación, The Buenos Aires Herald, El Día y Clarín frente a la disputa entre Argentina y Chile por el canal de Beagle, que atravesó todo el periodo dictatorial con las amenazas que llevarían a un conflicto bélico. Los medios de comunicación argentinos jugaron un papel importante a favor de «la defensa de la soberanía nacional». Asimismo, el conflicto dejó expuesto ante la opinión pública aquellas diferencias que existían hacia dentro de la dictadura militar argentina entre los sectores «moderados» y «duros».

El trabajo de Fernando Ruiz analiza las posiciones discursivas del diario La Opinión, de Jacobo Timerman, durante la dictadura militar hasta su intervención en 1977, luego de la detención por parte del régimen de su director y otros colaboradores del diario en el marco del Caso Graiver. El investigador propone para su análisis los dos paradigmas que constituyeron la labor de la prensa durante esos años: el paradigma de la seguridad nacional —vinculado con la defensa del orden constituido en América Latina contra la avanzada «populista» o «revolucionaria»— y el de la liberación —cuyo objetivo era el reemplazo del sistema de combinación en base al capitalismo—, y entiende que la aparición de La Opinión puso en entredicho ambos paradigmas, en tanto el diario hizo explícita su vocación de actor político al tiempo que puso énfasis en su vocación profesional y empresarial. Asimismo, se analiza el escenario de los grandes diarios nacionales durante la dictadura para dar cuenta del rol que tuvo La Opinión y los motivos que la hicieron víctima de la represalia del poder militar.

El último capítulo de este apartado es de César Luis Díaz, que apela a la mitología griega para proponer la categoría de «periodismo hermesiano» —es decir, referido a Hermes, el mensajero de los dioses que con su vara podía adormecer o despertar humanos y se distinguía por su astucia para el engaño— para referirse a la actitud de los diarios Clarín y La Nación durante la dictadura.

Según Díaz se emplearon estrategias comunicacionales cuyo objetivo era inducir a sus lectores a una interpretación de la realidad que invisibilizaba gran parte de los atropellos que cometía el régimen dictatorial. El trabajo indaga las opiniones editoriales de ambos matutinos frente a la impronta autoritaria de la dictadura y se dedica a analizar principalmente sus posicionamientos editoriales en relación con la violencia política de la de- nominada «lucha antisubversiva» y con la cuestión de los derechos humanos.

Las revistas

En el apartado de «revistas», dedicado a aquellas posicionadas dentro de la prensa católica, el historiador Saborido realiza una profunda revisión de la historia y las bases ideológicas en las que estaba enraizado el pensamiento de Cabildo, el más caracterizado exponente del nacionalismo católico. Además de un acentuado antiliberalismo y anticomunismo, la revista centraba en su demanda permanente con su tono antidemocrático para que los militares usurparan el poder; lo que llevó a que tras la muerte de Juan D. Perón, el medio fuera clausurado tres veces por el gobierno de su sucesora María Estela Martínez de Perón, primero en febrero de 1975 (luego de la publicación de 22 números), después en mayo de ese año (que había aparecido con el nombre de El Fortín) y finalmente en febrero de 1976, después de que en junio de 1975 su prédica continuara en las páginas de Restauración.

La revista Criterio es analizada en el siguiente capítulo por Marcelo Borrelli. Esta publicación estaba más vinculada con un pensamiento liberal con eje en la defensa del sistema democrático. La revista nació en 1928 y en este trabajo se observa el desarrollo frente al proceso que derivó en el golpe de Estado de 1976, donde se destaca su apuesta por una salida institucional a la crisis del gobierno peronista, pese a que la revista había señalado con una visión aguda la decadencia de esa administración y su acción nociva para la armonía del país. A diferencia de otros medios de este apartado, Criterio reivindicará los fundamentos democráticos y expresará una posición moderada en torno de cómo encarar la cuestión de la violencia política desde el Estado.

La dupla de investigadores formado por Damián Díaz y Mercedes Saborido realizarán un estudio comparado de las revistas Confirmado, Redacción y Extra ante la repercusión de la visita de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en septiembre de 1979 y la posterior difusión de las conclusiones de su informe sobre los derechos humanos en el país, que contenía una denuncia explícita contra la dictadura militar. Desde diferentes estilos y con los matices marcados por los autores, las tres revistas objetaron la tarea de la Comisión y presentaron análisis que tendieron a preservar el rol de las Fuerzas Armadas.

Para finalizar, María Paula Gago y Jorge Saborido repasan las posturas de dos emprendimientos de la editorial Atlántida frente a la guerra de Malvinas: las revistas Gente y Somos, que apelaban a un entramado discurso sensacionalista y de fuerte impacto en el público y, por otra parte, María Sol Porta repasa la historia de la revista Confirmado en los primeros años de dictadura, cuando intentó posicionarse como un «interventor válido» frente al régimen que en esa instancia mantenía un canal de diálogo con representantes de los partidos conservadores para crear una herencia del Proceso. En este estudio se deja en evidencia el posicionamiento de este medio en la coyuntura social de la época.

Conclusión

Esta investigación no solamente proporciona una base para la reconstrucción de la historia de algunos medios de prensa durante el mencionado periodo, sino que al estudiar de manera crítica el proceso comunicativo empleado por tales medios contribuye a una reflexión sobre el rol jugado por la prensa, los mecanismos de control empleados y las relaciones con otros factores del poder. Sumado a las contribuciones y relaciones teóricas, el libro es un instrumento para pensar la actual discusión de los medios de prensa y su relación con la calidad informativa.

También te podría gustar...

Deja un comentario