Habitar (lo invisible): construcción de la instalación artística en comunidad.

¡Llegó el momento de construir! Como explicamos en entradas anteriores del blog, el proyecto de Communiars de “Explorando lo invisible” en el “High School for Inclusive Education” de Anantapur se ha dividido en tres grandes fases:

  • VER (lo invisible): sesiones de acercamiento en las que utilizamos el autorretrato como forma de autoconocimiento, exploración y expresión;
  • TRASPASAR (lo invisible): sesiones de interacción en las que pasamos de la identidad individual a la colectiva usando las artes como medio.
  • Y HABITAR (lo invisible): sesiones de construcción de una instalación artística entre todos  para materializar así todas las ideas trabajadas y compartirlas con el resto de la comunidad.

 

Preparación del material

Dando continuidad al trabajo que llevábamos hecho, volvimos a los aros que delimitaron nuestro “espacio seguro” en las sesiones anteriores; la idea era materializar ese espacio protector. Recopilamos papel de periódico viejo, nos hicimos con polvo de rangoli de muchos colores, tijeras, cola…¡y manos a la obra!

Organizados por grupos, primero cortaron el papel en tiras, después prepararon la mezcla de cola, agua y color y por último fue el turno del tinte y secado. Como muestran el colorido, la diversión y el entusiasmo de las imágenes, más que una clase, la actividad parecía el festival hindú “Holi”.

Construcción de cada membrana por parejas

En la siguiente sesión, volvimos a trabajar por parejas (las mismas que se habían formado en la fase anterior del proyecto); crearían su parte de la instalación entre dos. Había llegado la hora de pegar las tiras ya secas para formar otras más largas y así colocarlas en el aro.

Una vez acabadas, y después de vivir momentos de máxima colaboración y compañerismo, los niños y niñas comenzaron a bailar a sus “medusas” libremente por el espacio, a meterse dentro, “cazar” a compañeros, correr, saltar y reír. Llenos de orgullo por ver su creación artística materializarse, se respiraba alegría y emoción en ese auditorio.

Elección de ubicación

Y ahora, ¿dónde montar nuestra instalación artística? Nos dimos un paseo por todo el colegio, incluyendo patios, comedor y demás zonas, para así decidir entre todos dónde ubicarla. El lugar elegido debía significar algo para el alumnado, sentir que es su espacio y, además, ser un punto estratégico del centro para así sorprender al resto.  No lo dudaron ni un segundo, ¡el sitio sería la construcción del centro del patio!

DIA7 (4)

Montaje de la instalación

¡Y, por fin, llegó la hora de que nuestras “medusas” salieran a la luz! En un paseo de lo más performativo movimos todo el material al lugar elegido y nos pusimos con la culminación de esta última fase: el montaje. Creamos una estructura resistente uniendo cuerda a las columnas de esta construcción central y colgamos de ella cada uno de los aros de los alumnos y alumnas.

Experimentación y exploración

El viento generaba un sonido muy especial al hacer mover las tiras. Y la luz entraba radiante avivando el color de cada una de ellas. Interactuamos y ocupamos este nuevo espacio cada una de una forma diferente: hubo quien se sentó y la admiró, quien la fotografió, quien corrió y la atravesó, quien guió a su compañero como si fuera un circuito, quien la tocó y quien la escuchó.

Feedback

Después de la magia vivida al experimentar por primera vez su creación, nos sentamos y dedicamos un tiempo a reflexionar acerca de qué habían supuesto estas sesiones. La forma de expresarlo fue redactar esos pensamientos de forma individual sobre el autorretrato en papel del primer día: en telugu, en inglés, en braille. No sólo ellos y ellas han vivido esta experiencia como algo diferente y divertido (así lo cuentan en sus reflexiones), sino que para nosotros también ha supuesto algo fascinante, emocionante y enriquecedor, que no queremos que termine; y es por eso que decidimos compartirlo a lo grande en forma de exposición artística. ¡Seguimos!

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